Cuando estés en un momento de profunda tristeza, cuando algo que te haya sucedido parezca tomar el poder de tus emociones y de tu vida, haz una pausa. Respira hondo y pregúntate: ¿He de sufrir ahora, física y emocionalmente, por esta pérdida, que al final acabaré viendo como una bendición?
Conecta con tus sentimientos de pérdida y piensa que no es inevitable que tus sentimientos te desborden. Permite que el tiempo haga su función, permite que tus emociones asienten tu razón, permite que el cambio disfrute de su tiempo. Fluir con el cambio...esa es la lección.
Todo tiene un porqué y cada porqué tiene su lección.
Ten fe en tu propósito, ten fe en tu misión, ten fe en el Universo que une tu vida a tu razón.
Y si dudas de todo...pregúntale a la Luna, ella tendrá una respuesta para ti.
Vi al pesar beber una taza de tristeza y decir: "Qué dulce es su sabor, ¿verdad?"
"Me has descubierto" -dijo el pesar- y has arruinado mi negocio, ¿Cómo voy a vender la tristeza, ahora que sabes que es una bendición?"
Yalal ud-Din Rumi
Lejos de ti, lejos del amor de tu vida, lejos del amigo del alma o del ser que amas...al mirar al cielo y contemplar la Luna, contemplarás lo que une esas dos almas, su luz y su imagen inspirarán los pensamientos y alimentarán recuerdos del amor y del compartir.
El ser humano busca referentes, necesita de los recuerdos para mantener viva la llama del afecto, y la Luna siempre ocupará un lugar de preferencia en ese importante papel. La Luna, tu luna, mi luna...nuestra luna. La que siempre nos acompaña, la que parece que nos sigue siempre, la que escucha nuestros deseos y compadece nuestras penas. Esa luna que alimenta nuestra imaginación e inspira nuestro amor es también la imagen de una novela que nos habla del amor, de la amistad, del deseo, de la voluntad y del alma.
Namaste.
Jordi
"Sí: soy un soñador. Porque un soñador es aquel que sólo encuentra su camino a la luz de la luna y cuyo castigo es ver el alba antes que el resto del mundo." Oscar Wilde.
